El ruido son millones de puntos invisibles que flotan en el aire y se acumulan a mi alrededor. Se introducen en el sueño, ocupan su espacio y me hacen renacer a un mundo denso, de un rojizo amanecer luminoso oculto tras el cierre de los reflejos en las fachadas.
Cerrada, cerrada, entreabierta. Los puntos ruido acceden a mi reducto. Mi cerebro los percibe acercándose no sigilosos, me buscan, me encuentran, me acosan...¿Qué era eso de respirar? ¿ Te acuerdas?
Gotas de agua flotan queriendo experimentar el espacio vacío y van tomando forma trazando un camino descendente hacia un no lugar. El puente se difumina y su caida es alterada por el color del infierno; se detiene para buscar un nuevo silencio al que acceder.
Aluminio, redondos, con millones de líneas y colores, me observan desde el hueco.
Marián M.Cañizares
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